En un primer momento, a partir de un Personal Action Plan presentado en el año 2007 empezamos a explorar el programa de Second Step: A violence prevention curriculum del Commitee for Children, escrito por Kathy Beland. El mismo cuenta con diferentes módulos para realizar a lo largo de la escolaridad, y nosotros trabajamos específicamente con el denominado  Preschool/ Kindergarten edition. El mismo está diseñado para reducir el comportamiento agresivo y mejorar la competencia social en los niños. En base a numerosos estudios en los cuales se han observado grupos de niños  trabajando con el programa se pudo comprobar que los niños adquieren mayor competencia social, mostrando preocupación por los otros, manejando sus emociones de una manera apropiada, y logrando resolver problemas eficientemente



La empatía, el control de las emociones y la resolución de problemas son áreas que consideramos importantes para trabajar con los niños de jardín. El desarrollo social y emocional requieren la coordinación e integración de sentimientos, cogniciones y comportamientos. Por lo tanto la empatía, el control de las emociones y la resolución de problemas contienen elementos relacionados a las emociones, cogniciones y conductas de los niños y es sobre todos estos componentes que trabajamos con Second Step.

La manera de trabajo es a partir de la observación de una imagen de una situación problemática

con la cual los niños pueden verse claramente identificados. A través de esta, los chicos intentan

identificar las emociones involucradas, el motivo del conflicto y buscan la solución más adecuada.

 

El primer paso es “Tranquilizarse” (Calm down), es decir, lograr un estado de calma y regulación

emocional, los cuales son necesarios para poder pensar con claridad, ya que es imposible

reflexionar cuando sentimos emociones muy fuertes o intensas como el miedo, la  tristeza, la

rabia o la euforia. De esta manera los chicos reconocen el que pueden tener emociones fuertes

(strong feelings),  y que cuando esto les pasa, pueden actuar de maneras muy diferentes. Ellos

aprenden a identificar sentimientos como frustración, ira, euforia y desilusión, los cuales son

sentimientos que pueden convertirse en emociones muy intensas con llantos excesivos, inquietud,

gritos,y por ende los chicos pierden el control muy fácilmente.
 

Les enseñamos a chequear sus sentimientos  poniendo sus manos en la panza. Esto los convierte en detectives de su propio cuerpo, les ayuda a identificar sus sentimientos y les da  algo para hacer a sus manos. También pueden hacerse más conscientes de su respiración por el movimiento de su panza.
 

Se practican tres formas básicas  para tranquilizar los sentimientos muy fuertes.

 • Decir “Me tengo que tranquilizar” (Calm down) o cualquier frase que nos ayude a parar y pensar. Esta frase identifica esta necesidad de calmarse y los ayuda a pensar como hacerlo.

• Respirar profundamente.(Take deep breaths).  Se les enseña a inspirar profundamente por la nariz llevando el aire a la panza e inflándose como un globo. Sus pancitas se inflan cuando inspiran y se desinflan cuando exhalan. Respirando de esta manera se logra que  se desacelere el ritmo cardíaco que fue provocado por  los sentimientos intensos, lo cual conlleva a una inmediata sensación de calma.  























• Contar en voz alta. (Count out loud).  Se les enseña a contar muy despacio hasta cuatro, esto los lleva a hacer una breve pausa antes de actuar sin pensar. Cuando ya obtienen la práctica en este ejercicio pueden aprender  a contar junto a sus respiraciones.

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También aprendemos otras formas de controlar nuestras emociones fuertes como realizar una actividad física (jugar a la pelota, bailar, correr), hacer algo divertido (escuchar música, dibujar, armar un rompecabezas, jugar con masa), o hablar con un adulto.

Con la práctica los chicos van identificando fácilmente  cuál es la  forma que más le sirve  para calmarse cuando están experimentando emociones fuertes.

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Puedes escuchar la canción Ways to calm Down song aquí.​​





















Una vez que han logrado tranquilizarse, se intenta responder con ellos a las siguientes preguntas:

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¿Cómo me siento? (How do I feel?)  Prestando atención a las pistas que nos da nuestro cuerpo podemos identificar mejor nuestros sentimientos, es por esto que se les enseñan estrategias para identificar y nombrar esas emociones. Algunas preguntas que nos ayudan a identificar cómo nos sentimos serían ¿Cómo estamos respirando (palpitaciones)?, ¿Cuál es la postura del cuerpo(tenso, relajado)?, ¿Cuál es la temperatura de nuestro cuerpo (calor, escalofríos)?, ¿Cuáles son nuestras expresiones  faciales, cómo siento mi rostro?

¿Cuál es el problema? (What is the problem?)  Nuestras emociones están precedidas por  algún tipo de pensamiento que nos hace sentir de esa manera. La identificación del problema es fundamental para saber qué me pasa y buscar la mejor manera de  resolverlo.
 

¿Cómo puedo resolverlo? (What can I do now?) No existe una sola respuesta a este interrogante. Lo importante es que los niños comiencen a pensar y a escuchar que existen diferentes formas de resolver el mismo conflicto.En la clase, intentamos que los chicos exploren cual es la manera más apropiada y efectiva para la resolución de dicho conflicto.  En muchas ocasiones la situación no cambiará, pero sí la manera en que nosotros la vivimos. Intentamos hacer reflexionar a los chicos sobre sus propias ideas y pensamientos.  Si la idea que pensaron  es segura para él mismo y para los otros, cómo se sentirán los otros si yo actúo de esa manera, si estamos realmente solucionando el problema. Se intenta que elijan la mejor manera de resolver ese conflicto sin usar la violencia y habiendo pensado varias opciones antes de actuar. Si la solución que elegimos no nos dio resultado les proponemos buscar otra solución posible.

Puedes escuchar el problem solving Rap aquí.



Haz click aquí para ver el curriculum completo de Second Step



 

La idea es poder replicar estas estrategias en situaciones cotidianas, tras haberlas practicado en  clase. Es de gran importancia que los docentes aprovechen las oportunidades inherentes a las situaciones escolares para enseñarles habilidades emocionales y sociales positivas para los niños.